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martes, 8 de julio de 2008

Gracias a un implante, un hombre recupera la conciencia

Tiene 38 años y hace un lustro había sufrido una gravísima lesión cerebralEl implante que devolvió el habla y la movilidad a un hombre que estaba en estado de conciencia mínima  Foto: NYT

NUEVA YORK.- Un hombre de 38 años que pasó más de cinco años mudo, en un estado de mínima conciencia resultado de una gravísima lesión cerebral, ahora se comunica con sus familiares y ha recuperado la capacidad de moverse después de haber recibido un implante cerebral, afirma un reciente estudio.

"Todavía lloro cada vez que lo veo, pero ahora es con lágrimas de alegría -dijo ayer su madre en conferencia telefónica; su nombre no fue revelado para proteger la privacidad del paciente-. El puede hablar, puede mirar películas sin quedarse dormido, puede decir «mamá» y «papá», y «te amo, mami»."

El estudio, que se publica esta semana en la revista Nature , provee la primera evidencia rigurosa de que un procedimiento pueda dar lugar a una recuperación sostenida en una persona tan discapacitada, años después de ocurrida la lesión. Se estima que sólo en los Estados Unidos entre 100.000 y 300.000 personas subsisten en estado de mínima conciencia, y la mayoría es considerada intratable.


Los médicos dijeron que no está claro cuántos de esos pacientes podrían beneficiarse con este tratamiento en el que dos electrodos son implantados en las profundidades del cerebro. El procedimiento también suscita dilemas éticos sobre su aplicación en pacientes que no pueden expresar su consentimiento, dijeron.

"Realmente lo consideramos un primer paso, pero debería abrir puertas que no estaban abiertas para pacientes como éste", dijo el doctor Joseph T. Giacino, director de neuropsicología del Instituto de Rehabilitación JFK Johnson de Nueva Jersey, Estados Unidos. Giacino realizó el estudio en colaboración con médicos de la Escuela de Medicina Weil Cornell y de la Cleveland Clinic.

Otros expertos familiarizados con el caso han advertido que el estudio está basado en un solo paciente y dijeron que el procedimiento debe ser considerado experimental. Los investigadores planean probar el procedimiento en otros 11 pacientes como parte de un estudio más amplio.

Los médicos han utilizado durante mucho tiempo este implante, conocido como estimulación cerebral profunda, para tratar la enfermedad de Parkinson. Durante las últimas dos décadas también lo han empleado en un puñado de pacientes con lesiones cerebrales, entre las que se cuenta Terry Schiavo, la mujer que murió en 2005 después de que se le suprimiera la alimentación artificial.

Pero en la mayoría de estos casos, como en el de Schiavo, el cerebro estaba tan dañado que la operación no daba ningún resultado. En el nuevo estudio, seleccionaron a un paciente que respondía a las instrucciones, al menos en forma ocasional.

Reconectando circuitos

Después de haber recibido numerosas patadas en la cabeza durante un asalto, en 1999, el paciente tratado no era capaz de hacer mucho más que mover su pulgar de vez en cuando ante preguntas cuya respuesta era "sí" o "no". Aun así, los estudios mostraban que los circuitos neuronales del lenguaje, alojados en su hemisferio cerebral izquierdo y conectados al córtex prefrontal -las áreas de la conciencia y de lo racional-, se encontraban intactos. Las lesiones cerebrales producidas por golpes en la cabeza frecuentemente cortan las conexiones nerviosas a lo largo del cerebro, pero dejan intactos algunos circuitos.

Los cirujanos de la Cleveland Clinic insertaron dos cables a través del cráneo del paciente, haciéndolos llegar a un área subcortical llamada tálamo. Los cables fueron conectados a un dispositivo que se asemeja a un marcapasos que fue implantado debajo de la clavícula del paciente.

La región central del tálamo se proyecta hacia áreas del cerebro conocidas por participar del sostén de la conciencia, dijo el doctor Nicholas Schiff, neurólogo de Cornell que participó en el estudio. "Una de las claves del procedimiento es estimular el nivel de activación neuronal de esta área, lo que quizás esté impulsando sistemas del córtex cerebral que participan del despertar", dijo Schiff.

Poco tiempo después de que el dispositivo comenzara a funcionar, el paciente comenzó a mostrar mejorías. Sus ojos se abrieron. Se mostró más receptivo. Durante meses, los integrantes del equipo de investigación evaluaron sus habilidades durante los momentos en que el dispositivo estaba encendido y en los momentos en que estaba apagado, sin saber si estaba o no activado.

Observaron una gradual, pero consistente mejoría en su lenguaje y movimiento cuando el dispositivo estaba encendido y una pérdida de los avances cuando estaba apagado. El paciente comenzó a comer sin las asistencia de un tubo de alimentación. Recuperó algo de movilidad en sus brazos. Comenzó a hablar, usualmente con una o dos palabras, pero compenetrado en la conversación. Recientemente recitó las primeras 16 palabras del Juramento de Fidelidad a los Estados Unidos.

"Ha vuelto a ser una persona", dijo el doctor Joseph Fins, jefe de ética médica de Cornell y coautor del estudio. El paciente sufre de amnesia y no puede todavía expresar completamente sus intereses, agregó Fins. "Pero ahora tiene intereses que expresar."

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