El fenómeno se repite muchas veces cada día sin motivo consciente, y eso produce un temor obsesivo y constante a enrojecerse, cosa que lo facilita más
Casi un 1,5 por ciento de la población padece 'blushing', un trastorno que consiste en la tendencia patológica a ruborizarse en presencia de otros, según explicó a Europa Press el jefe del Servicio de Cirugia Torácica del Hospital de Bellvitge, Joan Moya, que ha organizado en Barcelona el primer simposio que aborda íntegramente el rubor facial.
El fenómeno se repite muchas veces cada día sin motivo consciente, y eso produce un temor obsesivo y constante a enrojecerse, cosa que lo facilita más. El único tratamiento seguro y efectivo es el quirúrgico, con la operación en el gángleo nervioso simpático del tórax, ya que no existe un tratamiento curativo.
La operación consiste en desconectar los gángleos del sistema nervioso simpático que controlan la sudoración y el enrojecimiento. Se realiza una pequeña incisión en la axila para introducir el endoscopio, y una vez localizado el segundo gángleo simpático torácico, se procede a eliminarlo.
La intervención que permite resolver el rubor facial tiene una eficacia del 94 por ciento, siendo la misma cirugía que permite curar la hiperhidrosis --sudoración excesiva--.
Existen pocos datos a nivel internacional sobre el alcance de este problema, en parte porque es un fenómeno que inclina al paciente a la incomunicación y al aislamiento social, y pocas veces acuden al médico. Por ello, la prevalencia real del síndrome puede ser mayor del 1,5 por ciento, según Moya.
domingo, 6 de julio de 2008
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