La técnica permite resolver la problemática que conlleva la falta de piezas dentarias, que afecta psicológica y estéticamente al paciente.
Más allá de la armonía perfecta de labios dientes y encía, nos abocaremos hoy a la pérdida de piezas dentarias.
La implantología permite resolver la problemática que conlleva la falta de piezas dentarias, que afecta psicológica, estética y funcionalmente al paciente.
Para nosotros es un desafío que consiste no solamente en reponer el diente ausente, sino su entorno gingival que consiste en dotarlo de una estética tal que pase desapercibido entre los dientes naturales si los hubiese.
¿Qué son los implantes dentales?
Los implantes son dispositivos concebidos como "raíces" artificiales de titanio que sirven para reponer los dientes naturales perdidos.
La técnica comenzó en Suecia hace aproximadamente 30 años desarrollada por el Prof. Dr. Branemark y desde entonces se ha comprobado la gran eficacia de este tratamiento.
En una cirugía ambulatoria, con sedación, con anestesia local se coloca el implante en el hueso, en una microcirugía que puede medir en algunos casos apenas 0,5 cm de diámetro, sin incisiones mayores, sin sutura, cerrando ese espacio con cianoacrilato quirúrgico.
Tras unos meses de espera para que el tejido óseo y el implantes se integren se procede a descubrir la parte más superficial y colocar un muñón sobre el cual se construirá un nuevo diente.
Los resultados son espectaculares cuando se trata de sustituir un diente ausente sin tener que tallar los dientes adyacentes
En pacientes que portan prótesis removible ya sean parciales o completas y que no es estable en boca recurrir a dos implantes permite la fijación de la prótesis devolviendo calidad de vida.
-¿Qué diferencia tiene con un diente natural a la vista?
El resultado es óptimo en cuanto a estética y funcionalidad y el organismo no establecerá diferencia. Procuramos dotar al diente artificial con el entorno de encía para que cumpla con la máxima exigencia estética.
La principal diferencia es que el implante no tiene la sensibilidad de un diente natural.
-¿Se puede producir rechazo?
En un 3 al 4% los implantes no se oseointegran y no quedan firmes en el hueso. Propiamente no es que se dé un rechazo sino que el tejido que rodea al implante es fibroso en vez de óseo.
En este pequeño tanto por ciento, se puede volver a colocar otro implante en el mismo procedimiento del retiro del implante fibrosado con mayor predecibilidad y sin mayor complicación.
-¿Qué complicaciones pueden aparecer?
Es un tratamiento que no tiene especiales complicaciones, sintéticamente se puede decir que serían las mismas o menores que cuando se realiza una extracción de un diente.
¿Duele?
El implante se coloca con anestesia local y no se siente ningún tipo de dolor. Se puede recurrir a sedación ambulatoria con un equipo de médicos anestesiólogos que integran nuestro staff.
Es normal que pasado el efecto de la anestesia, a las 6 horas, se sienta molestia y a las 48 horas esté la zona inflamada.
Con el tratamiento habitual de analgésicos y antiinflamatorios, conjuntamente con la microcirugía que realizamos el postoperatorio pasa prácticamente desapercibido.
-¿Cuánto dura el tratamiento?
Obviamente que cada caso es único y particular, genéricamente el tratamiento tiene dos fases. En la primera se coloca el implante se cierra la mucosa y se esperan desde 45-60 días a seis meses.
Pasado ese tiempo se comprueba la integración del implante y en un plazo de un mes se termina con la realización de la corona o la prótesis.
La ansiedad es la peor enemiga del proceso biológico, ya que reducir los tiempos aporta elementos negativos a los resultados a largo plazo.
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