Cerca del 95 por ciento de las mujeres, tanto jóvenes como de mediana edad, delgadas o con sobrepeso, la tienen y la combaten con todo tipo de armas. Destruirla es la causa común.
La celulitis causa en la piel protuberancias de grasa --la llamada ``apariencia de cáscara de naranja''-- y es común en áreas del abdomen, las piernas y las caderas.
Las mujeres cuentan con tres capas de grasa debajo de la piel. Es en la capa superior, llamada subcutánea, donde ocurre la celulitis. Debajo de ésta hay una capa de tejidos conectivos que contienen colágeno.
UNA CALIDA RADIOFRECUENCIA
Entre las armas para combatir la celulitis siempre se ha hablado de una alimentación sana, masajes y una rutina de ejercicio. Pero a esa aproximación natural se suman cada día innumerables tratamientos que enfrentan el problema de manera más radical.
Accent, recientemente aprobado por la FDA, es uno de ellos.
''Accent conforma la siguiente generación del tratamiento conocido como Thermage'', destaca el dermatólogo Mariano Busso, quien tiene su consulta en Coconut Grove.
Al igual que el Thermage, Accent recurre a la radiofrecuencia para estimular con termoterapia la producción de colágeno y así afirmar la piel y mejorar su textura.
''La diferencia es que Accent utiliza un sistema doble de radiofrecuencia: unipolar y bipolar. La radiofrecuencia unipolar va más profundo y llega hasta los depósitos de grasa, en tanto que la bipolar es más superficial y su objetivo es tensionar o afirmar la piel'', explica el dermatólogo.
''Los resultados empiezan a verse desde el primer tratamiento'', afirma.
Aparte de la celulitis, Accent se utiliza en tratamientos de afirmamiento de la piel, ya sea del rostro y del cuello como de cualquier parte del cuerpo, especialmente debajo de los brazos, el abdomen y las piernas.
Una sesión del tratamiento puede durar 45 minutos o más y no requiere anestesia ni tiempo de recuperación.
Durante el procedimiento, el médico usa Accent para administrar el calor exactamente a las áreas que requieren ser tratadas.
''En cuestión de seis minutos la temperatura externa llega a los 42 grados centígrados, lo que significa que internamente llega a los 52 grados, un calor que hace que el colágeno se contraiga'', explica Busso.
''En este proceso se estimula la circulación sanguínea, lo que tiene como efecto un mejor metabolismo de la grasa y drenaje de líquidos y toxinas, mayor producción de colágeno y, con ello, mejor apariencia de la piel'', agrega.
A medida que la máquina pasa sobre la piel entra en operación un control automático de la temperatura y un sistema de enfriamiento para evitar el calor excesivo.
Aunque la tolerancia al dolor es algo subjetivo, las molestias no son mayores y los pacientes describen las sesiones como un masaje caliente.
Para mejorar la apariencia de celulitis en áreas como los muslos y las caderas se requiere de un promedio de seis sesiones, cada una de las cuales puede costar alrededor de $800.
''En cuanto a la reducción de medidas, aunque los resultados no son tan dramáticos como con la liposucción, en el caso del abdomen se baja de una a dos pulgadas por sesión'', destaca el dermatólogo.
Cuando se trata de mejorar las arrugas y afirmar la piel del rostro se pueden requerir de tres a cuatro sesiones, con un costo de aproximadamente $400 cada una. Cada sesión se puede hacer semanalmente o cada dos semanas.
Como mantenimiento se recomienda tomar una o dos sesiones al año.
INYECCIONES PRECISAS
Otro tratamiento que viene tomando nueva fuerza en la eliminación de la celulitis es la carboxiterapia, una técnica que se utiliza en Francia desde 1930.
''Inicialmente se desarrolló para tratar úlceras vasculares y diabéticas de la piel, y así se descubrió que mejora la apariencia de la celulitis y las estrías, e incluso ha dado resultados en algunos tratamientos para la calvicie'', explica el doctor Waldo Acebo, especialista en carboxiterapia en Ser, Institute for Better Aging and Wellness, en Coral Way.
Este procedimiento no quirúrgico consiste en inyectar, con una delgada aguja, dióxido de carbono (CO2) en la parte subcutánea de la piel.
El dióxido de carbono está presente en el aire que respiramos, se transporta en la corriente sanguínea y se exhala a través de los pulmones.
''Basta con un par de pinchazos en el área a tratar y el dióxido de carbono se expande hacia los tejidos adyacentes'', explica Acebo.
De acuerdo con los especialistas, el dióxido de carbono tiene un efecto dilatador en los vasos capilares del área.
''Esto implica un mayor y más fuerte flujo de sangre en el área, con la consiguiente mayor oxigenación, lo que a su vez promueve la eliminación de los residuos de grasa entre las células'', explica Acebo.
Una sesión de carboxiterapia tarda de 10 a 15 minutos y las molestias, según señalan los pacientes, son mínimas: un pequeño pinchazo, una sensación de calor y adormecimiento y el enrojecimiento del área, todo lo cual desaparece en cuestión de 10 a 20 minutos.
Se suele recomendar a los pacientes que no tomen duchas, naden ni hagan uso del sauna en las horas siguientes a la terapia.
De acuerdo a los objetivos y las áreas por tratar, se pueden requerir de cinco a 20 sesiones, cada una de las cuales cuesta alrededor de $120.
''Se pueden realizar dos veces por semana y los resultados se empiezan a ver después de la quinta sesión, cuando la piel se ve más lisa y firme'', señala Acebo.
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